Cuando Samuel Eto’o se marchó al fútbol ruso, las
esperanzas de volver a ver al camerunés marcando goles en un club puntero
europeo parecían disiparse de manera definitiva. El Inter lo dejó marchar en
2011 después de seis títulos en las dos de las mejores temporadas de la
historia nerazzurraporque
vino un millonario ruso ansioso por llegar frenéticamente a lo alto del
balompié internacional y le ofreció a Eto’o 20 millones de euros limpios para
ser la bandera de un club que hasta entonces apenas había pisado la Premier
League Rusa. Negarse a aquel suculento acuerdo era de locos y Eto’o no lo
rechazó. El prometedor proyecto fue tan efímero como poco beneficioso para su
ambicioso dueño y Eto’o se marchó con Mourinho. Pero ‘Mou’ dejó de quererlo y el africano no tiene a nadie
que le dé cobijo.
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Vía: express.co.uk |
El próximo domingo se acaba el
mercado de fichajes, momento en el cual la grandísima mayoría de los equipos,
especialmente los clubes principales del panorama internacional, tendrán
cerradas sus plantillas después de dos meses de negociaciones muy intensas para
lograr los acuerdos que se creían necesarios. Hasta entonces, sólo siete días, tendrá Samuel
Eto’o para encontrar un estadio con una taquilla vacía destinada a un delantero en alguna
entidad. Claro, el problema es que no puede ser cualquiera. No todos tienen ni
los objetivos a lo largo de la temporada y, lo más importante, el dinero
suficiente para pagar a Eto’o lo que exigirá para firmar.
Eto’o tiene un caché elevadísimo
que se ha ganado a pulso durante década y media de goles, gran juego y títulos,
muchos títulos. En Rusia fue el jugador mejor pagado del planeta, por encima de
Cristiano Ronaldo, de Messi, de Ibrahimovic, de cualquiera que pudiera ser
considerado como el mejor jugador del mundo. Pero aunque sus exigencias
económicas están a la altura de no muchos clubes, Samuel es una bestia
competitiva que
aceptó rebajarse muy considerablemente el suelo para poder volver a jugar la
Champions League con el Chelsea. Pasó de recibir los 20 millones
mencionados a ‘apenas’ 4’5 millones, menos de un cuarto.
Cuando Samuel Eto’o se marchó al fútbol ruso, las
esperanzas de volver a ver al camerunés marcando goles en un club puntero
europeo parecían disiparse de manera definitiva. El Inter lo dejó marchar en
2011 después de seis títulos en las dos de las mejores temporadas de la
historia nerazzurraporque
vino un millonario ruso ansioso por llegar frenéticamente a lo alto del
balompié internacional y le ofreció a Eto’o 20 millones de euros limpios para
ser la bandera de un club que hasta entonces apenas había pisado la Premier
League Rusa. Negarse a aquel suculento acuerdo era de locos y Eto’o no lo
rechazó. El prometedor proyecto fue tan efímero como poco beneficioso para su
ambicioso dueño y Eto’o se marchó con Mourinho. Pero ‘Mou’ dejó de quererlo y el africano no tiene a nadie
que le dé cobijo.
El próximo domingo se acaba el
mercado de fichajes, momento en el cual la grandísima mayoría de los equipos,
especialmente los clubes principales del panorama internacional, tendrán
cerradas sus plantillas después de dos meses de negociaciones muy intensas para
lograr los acuerdos que se creían necesarios. Hasta entonces, sólo siete días, tendrá Samuel
Eto’o para encontrar un estadio con una taquilla vacía destinada a un delantero en alguna
entidad. Claro, el problema es que no puede ser cualquiera. No todos tienen ni
los objetivos a lo largo de la temporada y, lo más importante, el dinero
suficiente para pagar a Eto’o lo que exigirá para firmar.
Eto’o tiene un caché elevadísimo
que se ha ganado a pulso durante década y media de goles, gran juego y títulos,
muchos títulos. En Rusia fue el jugador mejor pagado del planeta, por encima de
Cristiano Ronaldo, de Messi, de Ibrahimovic, de cualquiera que pudiera ser
considerado como el mejor jugador del mundo. Pero aunque sus exigencias
económicas están a la altura de no muchos clubes, Samuel es una bestia
competitiva que
aceptó rebajarse muy considerablemente el suelo para poder volver a jugar la
Champions League con el Chelsea. Pasó de recibir los 20 millones
mencionados a ‘apenas’ 4’5 millones, menos de un cuarto.
Pero para Mourinho, estaba lejos de las
prestaciones necesarias para poder tener un hueco en el Chelsea en la temporada que
acaba de estrenarse. La renovada ambición del exentrenador del Real Madrid en
el club con el que siempre quiso ganar le impide contar con jugadores de cierta
edad, por decirlo así. Ya lo dijo una vez durante el año: “Hay delanteros que
hacen cosas extraordinarias, los míos no. No tengo delanteros. Eto’o tiene 32 años, quizás 35”.
Su relación se intuía agradable desde su año juntos en el Inter, pero por lo
que se desprende de este último curso, no parece la más idónea. Justo después
de aquellas palabras del portugués, Eto’o marcó y simuló ser un
anciano con bastón, en respuesta clara a las
críticas de su técnico.
Hace meses que se sabía que Eto’o
no renovaría el único año de contrato que firmó para jugar en Stamford Bridge.
Sin embargo, en todo este tiempo, nadie ha colmado las
expectativas del camerunés, o nadie ha querido contar con un
jugador de 33 años que cobra una millonada. Los rumores que han surgido han
sido de lo más variopintos. Desde diversas ofertas provenientes del calcio, la menos
factible, la de su Inter de Milán, y otra bastante más posible, como la de la Roma,
que lleva todo el verano buscando un punta. Ninguna se ha concretado y Eto’o
apura el mercado en Inglaterra esperando que su teléfono suene
con una oferta de contrato de la Premier League.
En el Reino Unido, los medios
apuntan a que Eto’o era el ‘plan B’ del
Liverpool por si
finamente la directiva red se echaba para atrás y rechazaba el
fichaje de Mario Balotelli,
que parece jugará en Anfield, aunque sigue sin hacerse oficial el acuerdo con
el Milan (y a todas estas, el club rossoneroanunció
que Balo se había despedido de sus compañeros).
Aun así, algunas voces anuncian que a pesar de fichar al italiano, el Pool podría seguir interesado en Eto’o.
Pero el camerunés no hace ascos a ningún color, y el Everton, por lo tanto, se
convierte en otra alternativa, sin que los toffeestengan las
posibilidades económicas de sus enemigos del Merseyside.