Hace unas semanas Old Trafford
decidió ovacionar a Javier Hernández después de un partido del Manchester
United contra Valencia. Aquel día, dijeron los medios británicos, era la
despedida del mexicano del equipo; para ser sinceros, era la tercera o cuarta
“despedida” que la prensa le había “organizado” y algo le quedó claro a todo el
mundo, que a Louis van Gaal, DT de la institución, no le apetecía tenerlo en el
equipo. Pero hace unos días jugó como titular en el inicio de la Premier
League, y entonces ¿para cuándo se va pues?
Javier nunca ha vivido con
estabilidad en su carrera profesional, si acaso un poco el último torneo en Guadalajara
y una parte de su segunda temporada con el United, cuando fue titular, pero
siempre ha tenido que venir desde el esfuerzo para conseguir algo.
Chicharito tiene algo más valioso
que el futbol en las piernas, su mentalidad. Desde antes de comenzar la
pretemporada, el entrenador holandés Van Gaal ya sabía que el mexicano estaría
fuera de su plantilla para este año y que tendría que encontrar acomodo. Y de a
poco se ha ganado una oportunidad para seguir, ¿le bastará para quedarse?, no
lo sabemos aún, pero sí que ha peleado por estar en un sitio donde se ha
aferrado a triunfar, algo que nunca ha hecho de manera individual pese a su
popularidad.
Hernández no es un futbolista
exquisito, hay quienes desprecian sus cualidades, la forma de meter goles con
casi cualquier parte del cuerpo y critican ferozmente una falla de él. Pero
algo está claro, si Alex Ferguson, David Moyes y ahora Louis van Gaal han
decidido que se quede es porque el chico aporta a uno de los equipos más
fuertes del mundo. ¿A poco se atrevería usted a decir que sabe más que Ferguson
o Van Gaal? (Si es así, creo que ha cometido el peor error de su vida, el mundo
ya le espera en el banquillo).
El esfuerzo, ahora tan valorado
cuando debe ser parte natural de un deportista de alto rendimiento, le ha
permitido mejorar y ser considerado en las peores circunstancias. Javier
Hernández es un futbolista que cree que puede estar en el club y así lo ha
conseguido (al menos hasta ahora), pero tiene otro gran aliado, el impacto
comercial en México y Estados Unidos.
Manchester dio en el fichaje del
mexicano con la capacidad de contar entre nuestro país y el del norte con al
menos 70 millones de aficionados de futbol que son conquistables para el área
de marketing.
De los jugadores latinoamericanos
que ahora mismo militan en la plantilla del United, ninguno tiene el potencial
económico que Chicharito, de eso también tiene la culpa el esfuerzo del
jugador, porque pese a sus limitaciones ha sido capaz de ganarse el corazón de
millones de aficionados.
Su tranquilidad, su pasión en el
campo, su esfuerzo, su dedicación, su prudencia, la compatibilidad con los
fans, ser buen compañero de vestuario lo han hecho un producto seductor para
cualquier equipo de Europa, no sólo en el terreno de juego, sino también a nivel
de marketing. Cualquier club que le fiche sabe que entrará al mercado de
México, que tiene 60 millones de aficionados al futbol y esos ingresos nadie
los desprecia ahora mismo en Europa.
En el 2011, la camiseta del
Chicharito fue la cuarta más vendida de toda la Premier, hace un año estaba
entre las ocho primeras. Es decir que en términos de producto, el mexicano
sigue siendo vigente.
Algo podemos tener claro después
del primer partido de Liga del Manchester United, para Van Gaal el mexicano ya
está entre sus tres opciones para delantero, ¿eso le bastará para quedarse en
el equipo?, no lo sabemos, pero sí sabemos que le ha hecho dudar y eso ya es un
triunfo para Chicharito y también para quienes pelean hasta el final, pase lo
que pase.
Vía: eleconomista.com.mx